Mapeando los Bosques del Futuro
Es casi misterioso. La primera vez que lo escuchas acercarse, si eres como mi vecino Ernesto, puedes pensar que es un abejorro. O, para ser más precisos, suena como las agresivas abejas solitarias llamadas ronsapas que habitan en tocones de madera muerta y defienden su territorio a través de picaduras desagradables. Desde la perspectiva de la jungla, seguramente se te perdonaría por golpear la cubierta o correr cuando el sonido llega por primera vez a tus oídos ese zumbido tan característico.
Puede que no te sorprenda saber que en nuestro mundo casi increíblemente saturado de tecnología y cada vez más globalizado, incluso los granjeros de la selva saben exactamente cuál es ese sonido: un dron. Llamémoslo apelación tecnológica, o la fijación estereotipada por los aparatitos, pero actualmente los aficionados droneros están en todas partes, incluso en la Amazonía del Perú.
Si eres como yo (un navegante tardío), es posible que no te des cuenta de que los drones son más que una forma novedosa de capturar una imagen deslumbrante de tu boda o una puesta de sol. Son más que solo un juguete, de hecho, los drones también son herramientas poderosas para la investigación científica. En el transcurso de los últimos 15 meses, Camino Verde ha tenido la oportunidad de utilizar este instrumento de manera valiosa y sorprendentemente variada, y ahorrar una cantidad increíble de trabajo al mismo tiempo.
Drones sobre Tambopata
El año pasado nuestro equipo del Centro de Reforestación, bajo la administración de Olivia Revilla y con la ayuda de varios pasantes, se embarcó en una ambiciosa misión para documentar los árboles que hemos plantado. Alrededor de 50 acres de árboles, decenas de miles de árboles que representan nuestros esfuerzos de reforestación de los últimos diez años y la manifestación tangible del compromiso de nuestros donantes (tu compromiso) con la restauración de la Amazonía.
Como te puedes imaginar, hacer un mapa que incluya cada árbol y hacer un seguimiento de los datos básicos de cada uno, como especies, familia botánica, altura, diámetro a la altura del pecho, etc., fue una tarea increíblemente lenta. Una tarea de amor y dedicación con el objetivo de ayudarnos a medir mejor nuestro impacto. Meses de trabajo más tarde, tuvimos nuestro primer mapa para ampliar franjas de la chacra, aunque no del área sembrada en su totalidad.
Celebramos este primer logro y nos preparamos mentalmente para el trabajo que implica terminar la tarea. Fue en ese momento, mientras contemplábamos las metodologías para mejorar nuestra eficiencia para esta ardua recopilación de datos, que un pequeño grupo de estudiantes de Wake Forest nos visitó y voló un dron sobre el centro de reforestación por primera vez. Las imágenes capturadas fueron increíbles. Fue francamente impresionante ver los árboles desde arriba, ver cuán claramente los sistemas agroforestales mixtos que plantamos se parecen al bosque salvaje.
Mapeo de los bosques del futuro
Dado el ascenso meteórico de la tecnología de drones, tal vez no sea una sorpresa saber que en los siguientes meses hubo muchos más sobrevuelos de aviones no tripulados por venir. Nuestros amigos de Pacha Soap nos visitaron en febrero y capturaron un video impresionante de uno de los árboles más grandes en 200 acres de áreas de selva primaria que protegemos. Y luego el grupo de investigación CINCIA de Wake Forest, nuestros acérrimos aliados en actividades de reforestación y restauración en Madre de Dios, Perú, regresó y voló de nuevo.
Para mi sorpresa, después de la última de estas visitas, nos presentaron un mapa que el dron había hecho para nosotros. Tomando imágenes del suelo a intervalos regulares y usando software para unir las imágenes, obtuvimos un mapa mejor y más detallado que el de un satélite o GPS. Maravillosamente fotografiado, el mapa nos mostró nuestros árboles tal como aparecen desde arriba. Y, además, hizo el trabajo de meses de recopilación de datos manuales en el lapso de un día.
Como sabrás, Camino Verde valora el monitoreo y la evaluación, haciendo un seguimiento de los árboles que plantamos para que podamos decir clara e inequívocamente cuál ha sido nuestro impacto. La tecnología de drones nos permite reducir en gran medida el tiempo y la energía que gastamos en esta actividad necesaria, por lo que podemos dedicar más tiempo a nuestro trabajo real, nuestra verdadera pasión: la plantación de árboles.
Trazando el dosel
Si bien un mapa fotográfico es valioso en sí mismo, un trabajo de drones más específico nos ha proporcionado algo adicional que parece casi imposible: un diagrama tridimensional del dosel de árboles de nuestro centro de reforestación. Este trazado de puntos 3D nos dice la altura de los árboles, el tamaño y la forma de su dosel, y esperamos pronto, nos dé la capacidad de calcular con mayor precisión el carbono capturado y almacenado por nuestros árboles.
Un gigantesco abejorro zumbante de plástico y metal se cierne sobre las copas de los árboles, se mueve hacia adelante y hacia atrás en un patrón ordenado programado por GPS, y arroja un informe de todo lo que ha visto. El trabajo involucrado en el sobrevuelo y la producción de los mapas fue financiado por algunos de nuestros leales donantes. Esperamos que su apoyo nos ayude a crear nuevos mapas cada año, documentando la progresión y el crecimiento de nuestras estrategias de reforestación en términos claramente visibles. Así de grandes fueron los árboles el año pasado; aquí está lo grande que son este año.
Los sobrevuelos anuales también nos permiten monitorear de cerca el área de bosque primario protegido que mencioné anteriormente. Al comparar mapas, podemos observar árboles que caen en tormentas o por la vejez o por manos humanas (sin embargo, en esta última nota, me complace informar que nuestra presencia ha impedido la tala ilegal de árboles en la tierra que protegemos durante más de una década).
Claro, la tecnología está lejos de ser una panacea. La tecnología humana es obviamente responsable, en gran parte, de la destrucción enorme en nuestro mundo. Y las soluciones verdaderas se encuentran ante todo en los corazones y las mentes de las personas, no en la magia de los artilugios cuyo origen, debe recordarse, es de naturaleza militar. Pero, si se lo coloca en su papel apropiado como herramienta del ingenio humano, una extensión de nuestros ojos y nuestras manos, algunas tecnologías pueden ayudarnos a lograr la restauración a una escala previamente inconcebible. Los drones no son la respuesta, pero son una pieza valiosa en un conjunto de herramientas para la administración del paisaje que también incluye varios dispositivos perfectamente respetables que se remontan a la Edad de Piedra.
Otras noticias
Volar dones está lejos de ser la actividad principal de nuestros últimos meses. Desde nuestra última publicación continuamos expandiendo nuestros dos viveros forestales en Madre de Dios. Hemos entregado miles de plántulas de árboles a nuestros socios de CINCIA para plantarlas en antiguas minas de oro degradadas. Miles más que hemos plantado nosotros mismos. Exportamos nuestro primer gran lote de aceite esencial amazónico a la venta en EE. UU como parte de nuestros esfuerzos por diversificar nuestras fuentes de ingresos. Y es posible que hayas notado que la nueva web de www.caminoverde.org está en camino.
Mientras tanto, estamos comprometidos con varias compañías para mejorar sus cadenas de suministro de ingredientes provenientes de la Amazonía. Piensen en el cacao, el aceite esencial y la vainilla, solo por nombrar algunos. Piensen en fabricantes de jabón, compañías de cosméticos naturales e incluso productores de alimentos. Asimismo, las consultorías de Camino Verde continúan compartiendo nuestro modelo en un contexto más amplio. Mientras escribo ésto, estoy de regreso al Perú después de otra impactante visita a los socios de reforestación en Uganda. Este tipo de trabajo es pagado por empresas y organizaciones que creen en lo que hacemos y en el valor de lo que ofrecemos.
Estamos entusiasmados con la forma en que estamos diversificando las fuentes de financiamiento de Camino Verde, construyendo en sostenibilidad para el futuro de la organización. Y es verdad que todavía somos una organización abrumadoramente financiada por donantes. Son sus contribuciones las que hacen posible el aumento constante de nuestros números anuales de plantación de árboles y la expansión de nuestro alcance para agricultores. En esta temporada de calma experimentada por muchas organizaciones sin fines de lucro, su contribución nos ayuda a seguir trabajando duro durante todo el año. Lo hacemos por una simple razón: porque sabemos que la Amazonía puede ser restaurada en nuestras vidas.
Gracias por leer y gracias por echar una mano. Si algo que has leído o visto aquí te gusta, compártelo con un amigo que tenga el mismo entusiasmo. El boca a boca es la forma en que las personas se enteran de Camino Verde. Y si quieres donar o contribuir de otra manera, hazlo. ¡Gracias!